Magdalena Duhagon |
11 THOUSAND STEPS
de Magdalena Duhagon
por eduardo paz carlson 20/12/2011
La Melancolía de una Buenos Aires lluviosa.
Un Invierno Porteño que funda míticamente al corazón, nudo de todas las distancias. Esta pieza de Astor Piazzolla (arreglo del guitarrista brasileño Sergio Assad) es uno de los mejores momentos del disco 11 Thousand Steps de la guitarrista uruguaya Magdalena Duhagon. Suavidad, claridad y fluidez en la interpretación. Profundidad y misterio en la expresión. El disco emana calma. Otro momento destacable es Trittico Mondano (primera grabación), la obra para guitarra y viola del Lutier uruguayo Eddie Matus (marido de la guitarrista). Tiene el estilo las producciones del sello Windham Hill. Se abre con Mirando Pasar, una pequeña pieza que envuelve con la sensación de encantado de abandono que se apodera de todos los enamorados. La viola llorosa de Matus acompañada por la guitarra brumosa de Duhagon sigue con L'argine murmura los nombres amigos que hace mucho no se ven y de paisajes de tierras queridas que se añoran. Cualquiera que tenga un afecto lejos captará inmediatamente este sentimiento. El tríptico se cierra con la ensoñante 11 Thousand Steps que juega con sutilísimos aires de folklore, tango y de la canción urbana (un brevísimo paseo por Strawberry Fileds). Una bella composición. Para la joven guitarrista uruguaya “este disco tiene mucho que ver con la nostalgia y por eso las músicas que elegí me hacen recordar lo que yo llamo “casa” que no es un lugar físico, que es un lugar del corazón.” En Oblivion, de Piazzolla, Duhagon interpreta un arreglo de su esposo: “Es una obra impresionante de 1982 y que fue la banda sonora de la película Henry IV. Tiene una atmosfera parecida a la de “Invierno porteño”. Mi marido la tocaba con su cuarteto de cuerdas y ahora integra mi repertorio.” Diecisiete piezas que conforman el disco. Las mejores, las referidas arriba se alternan con otras que no aportan gran originalidad guitarristica pero que siguen la línea de calma y nostalgia que impregna toda la producción. Taquito Militar de Mariano Mores, El Día Que Me Quieras de Carlos Gardel son ganchos comerciales aunque muy bellamente interpretados. La romántica Luiza de Antonio Jobim y Olvidando Por Milongón, (primera grabación) una pieza pícara y juguetona del compositor uruguayo Esteban Klisich son momentos muy interesantes también. Un soplo de Jazz aparece con Late One Night del compositor y guitarrista estadounidense Frederic Hand. Hand publicó Jazz Antigua, un proyecto experimental en que se versionan obras como la Cantigas de Santa María otras composiciones del renacimiento y del barroco dándoles una atmosfera jazzística. Late On Night es una pieza perfecta para el cine o escenas de una serie de televisión de los años 70tas. En la versión de Duhagon recuerda en algo (aunque más lento y apaciguado) a Hearts and Flowers de Bob Cornford en el disco My Goals Beyond de John McLaughlin.
Un Invierno Porteño que funda míticamente al corazón, nudo de todas las distancias. Esta pieza de Astor Piazzolla (arreglo del guitarrista brasileño Sergio Assad) es uno de los mejores momentos del disco 11 Thousand Steps de la guitarrista uruguaya Magdalena Duhagon. Suavidad, claridad y fluidez en la interpretación. Profundidad y misterio en la expresión. El disco emana calma. Otro momento destacable es Trittico Mondano (primera grabación), la obra para guitarra y viola del Lutier uruguayo Eddie Matus (marido de la guitarrista). Tiene el estilo las producciones del sello Windham Hill. Se abre con Mirando Pasar, una pequeña pieza que envuelve con la sensación de encantado de abandono que se apodera de todos los enamorados. La viola llorosa de Matus acompañada por la guitarra brumosa de Duhagon sigue con L'argine murmura los nombres amigos que hace mucho no se ven y de paisajes de tierras queridas que se añoran. Cualquiera que tenga un afecto lejos captará inmediatamente este sentimiento. El tríptico se cierra con la ensoñante 11 Thousand Steps que juega con sutilísimos aires de folklore, tango y de la canción urbana (un brevísimo paseo por Strawberry Fileds). Una bella composición. Para la joven guitarrista uruguaya “este disco tiene mucho que ver con la nostalgia y por eso las músicas que elegí me hacen recordar lo que yo llamo “casa” que no es un lugar físico, que es un lugar del corazón.” En Oblivion, de Piazzolla, Duhagon interpreta un arreglo de su esposo: “Es una obra impresionante de 1982 y que fue la banda sonora de la película Henry IV. Tiene una atmosfera parecida a la de “Invierno porteño”. Mi marido la tocaba con su cuarteto de cuerdas y ahora integra mi repertorio.” Diecisiete piezas que conforman el disco. Las mejores, las referidas arriba se alternan con otras que no aportan gran originalidad guitarristica pero que siguen la línea de calma y nostalgia que impregna toda la producción. Taquito Militar de Mariano Mores, El Día Que Me Quieras de Carlos Gardel son ganchos comerciales aunque muy bellamente interpretados. La romántica Luiza de Antonio Jobim y Olvidando Por Milongón, (primera grabación) una pieza pícara y juguetona del compositor uruguayo Esteban Klisich son momentos muy interesantes también. Un soplo de Jazz aparece con Late One Night del compositor y guitarrista estadounidense Frederic Hand. Hand publicó Jazz Antigua, un proyecto experimental en que se versionan obras como la Cantigas de Santa María otras composiciones del renacimiento y del barroco dándoles una atmosfera jazzística. Late On Night es una pieza perfecta para el cine o escenas de una serie de televisión de los años 70tas. En la versión de Duhagon recuerda en algo (aunque más lento y apaciguado) a Hearts and Flowers de Bob Cornford en el disco My Goals Beyond de John McLaughlin.
Un toque muy latinoamericano lo aporta El Marabino, “Este valse pertenece al compositor, arreglista y guitarrista venezolano Antonio Lauro. Dicen que usa las cuatro notas típicas del silbido que de la gente de Maracaibo cuando quieren llamarse la atención. Lauro lo compuso cuando estuvo en Maracaibo y está dedicado a los habitantes de Zulia. Es muy alegre y animado.” explica Duhagon.
Versiones en vivo
11 Thousand Steps |
El pasado lunes 19, en la sala Zabala Muniz, Magdalena Duhagon, acompañada por el violinista uruguayo Matías Craciun presentó 11 Thousand Steps y obras de Heitor Villa-Lobos, Leo Brouwer. “Tocar con Matías Craciun ha sido un verdadero placer ya que lo conocí de muy chico y ahora se ha transformado en un violinista extraordinario, fue muy lindo. Hacía un año y medio que no venía a tocar a Montevideo. Fue muy emocionante para mí. Con mi marido, Eddie Matus, tocamos estas piezas en vivo cada vez que podemos. A principios de diciembre presenté el disco en la Universidad George Washington, en Washington DC junto a Eddie y con la GW Guitar Ensemble integrado por estudiantes de música. Tocar estas músicas en Estados Unidos es una forma de difundir la cultura guitarrística latinoamericana que a veces es desconocida por las grandes audiencias del norte de anglosajón del continente. Muchos escucharon los nombres de estos compositores y de estas piezas por primera vez.”
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